viernes, 28 de enero de 2011

No es igual, pero se parece.

Comer con los del curro y cenar con los colegas. Evidentemente no es la misma cosa, pero me alegra y me tranquiliza que ambas empicen a parecerse tantísimo.
Haciendo cuentas, en Abril hará un año desde que estoy trabajando para esta empresa y aunque me ha costado más que en otros sitios, ahora empiezo a sentirme realmente integrado y muy cómodo con todo el mundo. Un lujo y una gozada.
Hablo de esto porque si me pongo a despotricar sobre lo que opino del PSOE, del PP, de UGT y de CCOO y de cómo nos han metido por el puto culo la reforma de las pensiones igual cumplo los 26 en la cárcel, y no me apetece nada.

miércoles, 26 de enero de 2011

Si me lo llegan a cantar a mi de joven...


Lo que no puede ser es que después de semejante temazo con tan profundo mensaje, vaya y salga ese pedazo de rubia de debajo de la mesa.

martes, 25 de enero de 2011

Estoy que no cago.

He trabajado en programas y series que lo han petado en audiencia. He hecho bolos que han sonado de puta madre y me he subido a cantar a escenarios de festivales que convocaban a miles de personas y a salas de conciertos con las que siempre soñé. He escrito relatos y poesías que han cosechado algún pequeño premio. Incluso he plantado árboles.
De nada de eso me sentido nunca tan orgulloso como me siento ahora mismo de poder decir que 'Llámame Parker' se ha colado entre los finalistas del NotodofilmFest.
Gracias a todxs lxs que lo habéis hecho posible con vuestros votos y vuestros visionados.
Estoy que no cago con la noticia oigan...

lunes, 24 de enero de 2011

Está vigilando.

Me tenéis un poco harto.

Vamos a ver: todo este tinglao' se montó y se votó hace ya la friolera de 33 años. Desde entonces no se ha cambiado ni una coma del asunto y, lo que es peor, se ha dado por hecho que los que pretenden cambiar lo más mínimo de esa Carta Sagrada que llamáis Constitución son enemigos del Estado. No sólo eso: mucho idiota que no debe tener muy claro de lo que habla tiene las santas pelotas de señalarte con el dedo acusador en nombre de no se sabe muy bien qué extraña democracia y decirte eso de "pues si no votas, no tienes derecho a quejarte". Semejante fascista tarado, a menudo seguidor del PP, del PSOE o incluso de ambos -no le hables de que hay más partidos, que se cagará de miedo-, tiene los santos cojones de ampararse en la democracia para quitarte a tí tu derecho a quejarte -bueno, bien pensado... claro, ¡lo trae aprendido de casa! El PPSOE lleva ya muchos años recortando derechos en nombre de la democracia- porque no quieres jugar a su juego. Y entonces es cuando yo me planteo: querido y pequeño fascista tarado del PPSOE, amigo y sin embargo hostiable brasas, ¿no se te ha ocurrido pensar que en nombre de esa democracia que tú mismo defiendes a capa y espada podrías reivindicar también el derecho a votar sobre el propio sistema? ¿Hay algo más democrático que eso?
No, no, no... No se le ha ocurrido, y además eres poco menos que antiespañol -o fascista ojo, que a mí a esta edad me han llamado ya de todo- por plantearte este tipo de ideas rupturistas que sin duda llevarán a España a la ruina más absoluta. Llegados a este punto, si además me suelta alguna referencia a lo inculto que soy, lo desinformado que estoy o la poca idea que tengo porque no he leído a Pio Moa o a Almudena Grandes o la biografía de Aznar o la de Felipe González, es posible que en un acto de buena voluntad, lo siguiente que haga sea arrearle un bofetón y zanjar la discusión antes de que la misma se convierta en un bucle infernal.

No pienso ir a votar, os lo digo desde YA. Y os lo digo desde ya porque muchos habéis empezado así de temprano a darme la chapa. Y, por favor, no me insistáis, o me amenacéis o lo que quiera que pretendáis provocar en mí con eso de "pues si no votas luego no te quejes". Vosotros votásteis a ZP y bien que os estáis quejando ahora. Y los del PP dejad de silbar y mirar para otro lado, que muchos de los que estáis leyendo esto también acabásteis hasta las pelotas de Aznar (podría nombrar de hecho a tres o cuatro que incluso vinieron a las manis de la LOU).

Dejadme en paz. Es vuestra democracia, es vuestro juego. VUESTRO. Yo no pienso jugar, y desde luego que seguiré peleando por poder hacer las cosas a mi manera. Porque ese derecho no me lo vais a quitar hasta que no esté muerto.

Por todo lo demás, ya sabéis que os quiero.

¡Besos y abrazos!

sábado, 22 de enero de 2011

viernes, 21 de enero de 2011

20 de Abril - Celtas Cortos


20 de abril del 90.
Hola chata, ¿cómo estás?
¿Te sorprende que te escriba?
Tanto tiempo... es normal.

Pues es que estaba aquí solo,
me había puesto a recordar,
me entro la melancolía
y te tenia que hablar.

¿Recuerdas aquella noche
en la cabaña del Turmo?
Las risas que nos hacíamos
antes todos juntos...
Hoy no queda casi nadie de los de antes
y los que hay han cambiado,
han cambiado... sí.

Pero bueno, ¿tú qué tal? Di.
¡Lo mismo hasta tienes críos!
¿Qué tal te va con el tío ese?
Espero sea divertido.

Yo, la verdad, como siempre.
Sigo currando en lo mismo,
la música no me cansa,
pero me encuentro vacío.

¿Recuerdas aquella noche
en la cabaña del Turmo?
Las risas que nos hacíamos
antes todos juntos...
Hoy no queda casi nadie de los de antes
y los que hay han cambiado,
han cambiado... sí.

Bueno, pues ya me despido.
Si te mola me contestas.
Espero que mis palabras
desordenen tu conciencia.

Pues nada chica, lo dicho,
hasta pronto si nos vemos.
Yo sigo con mis canciones
y tu sigue con tus sueños.

¿Recuerdas aquella noche
en la cabaña del Turmo?
Las risas que nos hacíamos
antes todos juntos...
Hoy no queda casi nadie de los de antes
y los que hay han cambiado,
han cambiado... sí.

Celtas Cortos

Creo que a lo largo de mi vida he debido escribir mil o dos mil cartas parecidas a esta que se han quedado encerradas en un cajón. Más de la mitad iban dirigidas a la misma persona. Nunca le llegaron porque nunca se las envié.

Pasa el tiempo.

Hace muchos años, cuando yo aún era un ratoncillo -lo cierto es que no hace tantos... pero entonces tenía bastante más pelo que ahora- me plantee ese dilema que a todos los hijos del proletariado nos llega más tarde o más temprano: ¿estudio o trabajo? Por aquel entonces andaba yo compaginando un trabajo temporal con el Bachillerato y la primera reacción fue la siguiente: "pierdo más tiempo estudiando que trabajando y lo primero no me lo pagan". Afortunadamente -repito: AFORTUNADAMENTE- entre mamá rata y mi tutor de la época me hicieron cambiar de idea.
Total: que la cosa siguió su curso normal. Llegué a la universidad, empecé una carrera y seguí compaginando estudiar y trabajar. ¡Y de pronto se obró el milagro! ¡Me hicieron indefinido! ¡INDEFINIDO! El pollón bendito, vaya. Un trabajo estable y la vida resuelta... ¡a mis veinte años! ¿Y en serio había gente preocupada? ¡No era tan difícil! Pero... vaya. Las necesidades. Existen las necesidades. Y total, yo por aquel entonces tenía una novia que era un auténtico PIBÓN y, oye, entre salir de currar para meterme en la facultad y salir de currar para estar con ella... Joder, la elección era demasiado evidente. Y al final dejé la carrera influenciado por esto y por otros mil o dos mil motivos -por ejemplo, que estudiar Historia no me estaba llenando todo lo que yo esperaba- y me metí de lleno en mi mundo laboral de libros, libros, libros y libros.
Menos de un año después estaba dejando ese trabajo con tal quemazón y tal indignación y tal sensación de estar siendo humillado que mi novia -la PIBÓN que he mencionado antes- se estaba comiendo el marrón de verme mal sin que yo quisiera confesar cual era el motivo de mi cabreo por pura vergüenza: haber tomado la decisión equivocada.
Ahora, a mis veintitantos, con mi edad y mi experiencia, me encuentro con que mi primo el pequeño ratoncillo -que no es tan pequeño porque ya se puede peinar los pelos de los huevos- quiere dejar el bachillerato y ponerse a currar. Y, sinceramente, después de intentar hablar con él y ver que no atiende a razones, a mí me dan ganas de darle las dos hostias más -y menos- pedagógicas de su vida.
Él me intenta poner como ejemplo, pero no está currando, está estudiando. Quiero decir... no va a dejar de estudiar para hacer otra cosa, va a dejar de estudiar para poder tocarse los cojones en su casa y culpar de todo a la crisis, al sistema o a la excusa que mejor le venga. Es más: a su edad yo ya había currado lo mío -de mozo, de camarero, de vendedor y de reponedor- y él no sabe ni lo que es... Y ahí está, tirando la toalla. Ya. Así de pronto.
Cuando veo estas cosas y me doy cuenta de que mi nula capacidad pedagógica se traduce en "te daba dos hostias que bien espabilabas" me dan ganas de irme a una clínica a esterilizarme. Y el resto de la reflexión me la guardo para mí y para mis consultas con la almohada.
Madre mía las generaciones que se nos vienen encima... ¡¿Y son los que tienen que pagar mi pensión?!
Que ganas de llorar...

miércoles, 19 de enero de 2011

Escaleras.


- ¿A dónde van estas escaleras?
- Van... hacia arriba.

Raymond Stantz (Dan Aykroyd) y Peter Venkman (Bill Murray). Ghostbusters.

martes, 18 de enero de 2011

No todo va a ser follar - Javier Krahe


También habrá que saltar a la pata coja,
y habrá que coleccionar sellos de Nigeria,
no todo va a ser follar,
no todo va a ser follar,
y habrá también que apretar una tuerca floja
y habrá que ir a trabajar,
no todo va a ser follar,
por una miseria.

Y habrá también que llevar a arreglar el coche
y habrá que quitarle el polvo a la biblioteca,
no todo va a ser follar,
no todo va a ser follar,
y habrá que cerrar el bar al morir la noche
y habrá también que pagar,
no todo va a ser follar,
lo de la hipoteca.

No todo va a ser follar,
ya follé el año pasado
a la orillita del mar
con una mujer sin par
que después me dio de lado,
lo recuerdo, algo tocado
pero sin dramatizar,
no todo va a ser follar,
no todo va a ser follar.

También habrá que llamar a la pobre Alicia,
y habrá que modificar la ronda nocturna,
no todo va a ser follar,
no todo va a ser follar,
y habrá que desmenuzar la última noticia
y habrá que depositar,
no todo va a ser follar,
el voto en la urna.

Y habrá también que comprarse unos calcetines,
también habrá que regar esos cuatro tiestos,
no todo va a ser follar,
no todo va a ser follar,
y habrá que documentarse sobre los delfines
y habrá también que firmar,
no todo va a ser follar,
muchos manifiestos.

No todo va a ser follar,
ya follé el año pasado
a la orillita del mar
con una mujer sin par
que después me dio de lado,
lo recuerdo, trastornado
pero sin exagerar,
no todo va a ser follar,
no todo va a ser follar.

También habrá que invitar a una barbacoa,
y habrá también que acercarse hasta el quinto pino,
no todo va a ser follar,
no todo va a ser follar,
y habrá que intentar cruzar Núñez de Balboa
y habrá que ir a consultar,
no todo va a ser follar,
a un buen otorrino.

También habrá que admirar a la mona Chita,
y habrá también que jugar a pares o nones,
no todo va a ser follar,
no todo va a ser follar,
y habrá que resucitar por la mañanita
y habrá también que cantar,
no todo va a ser follar,
muchas más canciones.

No todo va a ser follar,
ya follé el año pasado
a la orillita del mar
con una mujer sin par
que después me dio de lado,
lo recuerdo, obsesionado
pero sin llorar,
no todo va a ser follar,
no todo va a ser follar.

Javier Krahe

Lo recuerdo obsesionado, pero sin llorar...

lunes, 17 de enero de 2011

Luces y sombras (mi abuelo, ese crack).

La sombra del cáncer es alargada, y en mi familia y alrededores ya se ha llevado con la guadaña a unos cuantos antes de tiempo. Por eso este verano, cuando planeó dicha oscuridad sobre la figura de mi abuelo todos en general nos cagamos un poco bastante de miedo. Al final la cosa no fue a mayores y las pruebas aquéllas que supusieron un incómodo y precipitado viaje a Madrid descartaron por completo cualquier posibilidad de tumor por el momento, pero enganacharon a mi abuelo en una espiral de visitas a distintos médicos que continúa a día de hoy. Esta mañana, sin ir más lejos, hemos estado de pruebas y me ha tocado a mí acompañarle.
Mi abuelo siempre ha sido muy buena gente y muy luchador (supongo que eso de tirar siempre pa'lante se lo inculcó él a mi vieja y ella a mí... y él lo aprendió de su padre y... bueno, pues eso, que siempre jodidos y siempre luchando), pero no tenía un carácter precisamente afable. Ha tenido siempre muy mal pronto y le cuesta pronunciar la palabra 'perdón', y cuando la dice, no sé cómo se las apaña pero aún así consigue quedar él siempre por encima. Si a esto le sumamos que gran parte de la carga que supone el alzheimer de mi abuela la está llevando él, se puede entender perfectamente esa especie de depresión constante que venía arrastrando desde que terminaron sus vacaciones y volvieron a instalarse en Madrid para pasar el invierno. Cómo no sería la cosa que yo dejé automáticamente de pernoctar en su alcantarilla los fines de semana pese a que me suponía ganar hora y media de sueño antes de irme al curro. Gritos, paciencia en cotas negativas y mal humor constante... Hasta que le recetaron Lexatín.
Aquí donde me veis no soy precisamente muy amigo de este tipo de fármacos (yo le habría recetado marihuana, que estimula la risa cosa mala y quita las penas que da gusto) pero le ha sentado de reputísima madre. Yo, inocente de mí, pensaba que el Lexatín le iba a tener todo el día amuermado y blando, y resulta que está igual de activo que siempre y con un buen humor que yo no recuerdo haberle conocido. Es más, la visita de hoy al hospital ha sido un sin fin de risas, de chistes, de muy diversas bromas sobre mear y meadas, de anécdotas graciosas y divertidas de cuando vivía en el pueblo y de cuando acababa de llegar a Madrid... Un descojone, en serio. Un descojone total y absoluto, incluso, sobre temas que hasta hace bien poquito eran perfectos y enterradísimos tabúes para él y que hoy han fluido con una naturlidad que hasta bien poco era inimaginable para mí. Y, sinceramente, nunca me había reído tantísimo con él -y supongo que él tampoco conmigo- en los más de veinticinco años que hace nos conocemos. Y mientras que por un lado me da muchísima pena que estemos disfrutando de verdad el uno del otro ahora que él sabe que sus días empiezan a acabarse mientras los míos no han hecho más que empezar, por el otro me alegro un montonazo de que tengamos tantos días así de ponernos a hacer el idiota y reírnos de todo -empezando por nosotros mismos- aunque tenga que ser a fuerza de visitas al hospital.
Cuando yo era muy pequeño a él le acababan de operar de la espalda y me daba mucha rabia que nunca pudiese sentarse a jugar conmigo. Ahora lo único que no podemos hacer juntos es ver un partido del Atleti -sí, qué pasa, a las ratas también nos gusta el fútbol- porque no soporta que yo le grite a la tele mientras él sufre en silencio. Para todo lo demás, mi abuelo es un puto crack. Y que siga así por muchos años.

viernes, 14 de enero de 2011

Las tardes de ensayo.

Normalemtne no me preocupa en absoluto mi aspecto. Soy muy de darme una ducha rápida y ponerme lo primero que encuentre en el armario antes de salir de la alcantarilla. Sin más. Sin menos. Da igual que el plan sea irse a tomar unas cañas, bajarse al parque a echar unos litros o quedar con la típica rata buenorra; la rutina siempre es la misma: ducha, dientes y ropa al azar.
No obstante, de un tiempo a esta parte hay un día concreto que esta rutina se rompe: los días que toca ensayar. Por alguna razón que no acierto a comprender, ensayar se ha convertido en la excusa para ponerme mis mejores galas, afeitarme, llevar el pelo bien cortado o limpiarme las botas. Ensayar me mantiene con vida y me da muchísimas ganas de seguir adelante. Pase lo que pase, bueno o malo, el esayo es inevitable, inexcusable y, sobre todo, imprescindible.
Las tardes de ensayo son especiales. Son tardes sin siesta, en las que termino de comerme mi queso y ya estoy hiperactivo, imprimiendo las letras nuevas, repasando las grabaciones de otros días, llamando al resto de la banda para concretar hora y sitio, limando detalles, retocando canciones... Son tardes de no parar, de ducharse en el último momento y de emperifollarse mucho. Son tardes en las que el ensayo es lo único en el mundo y no hay nada más importante. Son las tardes de ensayo.
Dicho esto, me voy para el local. Si todo va bien el próximo 26 de Febrero estaremos debutando sobre un escenario.

jueves, 13 de enero de 2011

Pasando la mañana.

La que hay liada.

No termino de entender muy bien cómo es posible que en pleno mes de Enero llevemos dos días con un clima tan primaveral, pero el caso es que a este ratón le activa bastante que el sol llegue hasta aquí abajo a través de las rendijas de las alcantarillas y eso se ha derivado en que he tenido una semana de esas en las que me pongo a escribir y a escribir y no paro de teclear ni pienso en otra cosa. El caso es que tampoco escribo ya, como antaño, relatos de los que me pueda sentir orgulloso ni consigo terminar ninguna de esas ideas que llevan meses -algunas incluso años- pasando frío en el mismo cajón donde guardo a partes iguales mecheros, chapas de botellines de cerveza, preservativos y chatarra variada... Sencillamente me siento y tecleo y escribo cosas.
Sigo sin ser capaz de sentarme a escribir sin fumar.

El tiempo, la edad y la experiencia me han demostrado que no todo lo que se escribe se puede ir colgando por la red alegremente, así que ahora me lo guardo todo para mí y, cuando veo que voy a reventar, cojo y pego cuatro gritos o me enchufo una buena estaca verde y me relajo perdiendo neuronas ante la tele. Conformismo, vejez o llámalo X, pero en Internet hay mucho idiota suelto como para ir contando tu vida alegremente.
Mira que me ha costado años aprender la lección...

sábado, 8 de enero de 2011

Salud (dinero y amor) - Los Rodríguez


Brindo por las mujeres que derrochan simpatía,
brindo por los que vuelven con las luces de otro día
brindo porque recuerdo tu cuerpo, pero olvidé tu cara,
brindo por lo que tuve porque ya no tengo nada...
Brindo por el momento en que tu y yo nos conocimos
y por los corazones que se han roto en el camino.
Brindo por el recuerdo y también por el olvido
brindo porque esta noche un amigo paga el vino...
Porque la vida es dura, por el fin de la amargura,
brindo porque me olvido los motivos porque brindo.
Brindo con lo que sea que caiga hoy en el vaso,
brindo por la victoria, por el empate y por el fracaso...
Brindo por seguir queriéndote toda la vida,
casi esta lleno el vaso con la sangre de otra herida.
Brindo con emoción pero también brindo con frialdad,
que la salud no falte a toda la humanidad...
desde un rincón del mundo... brindo contigo...
Caiga quien caiga brindo sobre la luz de una vela,
toda la noche brindo y que la mañana venga.
No es un momento triste, ya que brindo con amigos,
brindo por el futuro con la noche de testigo...
Si alguna vez no brindo siquiera por tonterías,
brindaré con silencio por la fortuna perdida,
brindaré muy en serio por una vez en la vida,
brindo hasta la cirrosis por la vacuna del sida...
Desde un rincón del mundo...brindo contigo...salud!

Los Rodríguez

Tengo mil motivos para brindar contigo y me lo quiero tomar de la manera más optimista posible y parar ya de llorar, que ya está bien. Ojalá te vaya todo muy bien y disfrutes y aprendas un montón.
Te quiero una jarta... y te voy a echar infinitamente de menos.
Todos los besos del mundo, pequeña.

miércoles, 5 de enero de 2011

El aventurero.



Hace mucho tiempo, cuando yo no era más que un ratoncillo precoupado únicamente de que me secuestrara la industria farmaceútica, cuando era realmente joven -antes de gastarme el dinero en tabaco, alcohol y jaco- acudía a esta tienda cada dos semanas más o menos. Aún mucho tiempo atrás, cuando mamá rata me sacaba de paseo, siempre me quedaba fascinado ante los escaparates de esta librería vieja que, por ubicación y aspecto, me fascinaba más que ninguna otra tienda de Madrid.
Fue en El Aventurero donde me empecé a aficionar al cómic. O, más concretamente, a comprar cómics. Quizá no era la librería más especializada o con mejor catálogo de la ciudad -mis amigos, mucho más expertos en estas lides, preferían cruzarse Madrid entero en Metro para ir a comprar a Akira Cómics, por ejemplo- pero se respiraba un ambiente que olía a tinta, a aventuras increíbles y a aquéllas ediciones especiales que se imprimían en papel satinado, que tenían precios prohibitivos y que me obligaban a ahorrar y volver a la semana siguiente. Allí compré mis primeros cómics de Spiderman, de X-Men, de Vengadores... O tomos recopilatorios de Kalvin & Hobbes, o de Mafalda. Creo que incluso allí compré por primera vez la revista El Karma y algún que otro fanzine, que en plena preadolescencia me parecían un ejercicio de punk supremo.
Años más tarde, por una de esos quiebros que sólo saben hacer Messi y el destino, acabé conociendo a uno de los dueños de la tienda y entablamos cierta amistad. Y entonces redescubrí el cómic y me hice mayor. Autores europeos, cómics serios, ficciones deliciosas e incluso algo de manga y mucho cómic español -que no se acaba precisamente en 'Mortadelo y Filemón', con todos mis repetos para el gran Ibáñez- empezaron a llenar mis estanterías y a quitarle espacio a años de coleccionismo Marvel que he perdido de vista definitivamente. Todo empezó en El Aventurero, y en El Aventurero continúa mi historia comiquera.
Hoy, tiendas pequeñas como esta sobreviven a duras penas frente al avance feroz de las grandes superficies. Si el cómic funciona, El Corte Inglés vende cómic. Si el manga funciona, la Fnac vende manga. Si el merchandising freak hace dinero, Carrefour te lo pone en bandeja. Es el liberalismo salvaje del que no escapa nadie, y menos el pequeño comercio. Pero las grandes superficies no tienen ni tendrán nunca lo que sí tiene El Aventurero: encanto y arte, mucho arte.

Larga vida a El Aventurero. Aunque sea para que pueda seguir contándome historias.

Hoy como ayer - Segismundo Toxicómano


Hay botellas de cerveza
rodando por la habitación,
todo por el suelo tirao.
Flotan los trozos de blindaje
sobre un vertedero de dolor.

Sigo arrastrando por el barro
mis sueños contaminaos,
ya he vuelto a perder el control.
Desde la jaula de este zoo
todo se ve distorsionao
voy perdiendo la razón.

Hoy como ayer
buscando un sitio pa’ calmar la sed,
risas envueltas en papel
mientras vamos huyendo del amanecer

Sed de beber, de vivir,
paso las noches sin dormir,
sigo buscando una razón,
otro mordisco, otra canción.
A veces pienso en existir
y que hagan su trabajo los rayos de sol.

Hoy como ayer
buscando un sitio pa’ calmar la sed,
risas envueltas en papel
mientras vamos huyendo del amanecer

Hoy como ayer…

Segismundo Toxicómano

martes, 4 de enero de 2011

¡¡Alarma!! ¡¡Alarma!!


Alguien se ha colado en mi alcantarilla y la alrma no ha sonado. Habrá que empezar a andarse con cuidado...
Aunque ya son ganas, con el frío que hace...

sábado, 1 de enero de 2011

Asumámoslo.



No sois vuestra cuenta corriente, no sois el coche que tenéis, no sois el contenido de vuestra cartera, no sois vuestros pantalones, sois la mierda cantante y danzante del mundo.

Tyler Durden (Brad Pitt). El club de la lucha.

Cuanto antes nos hagamos a la idea, mejor. Sólo cayendo muy bajo podremos volar muy alto.