jueves, 20 de agosto de 2015

Caminar.

En los últimos tres días, por vicisitudes de la vida, me ha tocado caminar bastante y me he encontrado con que es una afición que no sé por qué perdí (probablemente porque el único ser humano capaz de caminar a mi velocidad que conozco es mi abuelo).
El martes me tocó recorrer la distancia que separa Boadilla del Monte de Madrid por una vía pecuaria a pleno sol. Unos nueve kilómetros por un puto descampado, uno de los paisajes más feos que conozco. Eso sí, me permitió despejar la mente y pensar en mis cosas, se me hizo corto (tardé menos de casi dos horas que me indicaba el GPS) y me dio tiempo para un par de anécdotas que tienen que ver con una Zona Militar Vigilada y otra de cruising que ya contaré otro día.
Hoy he recorrido a pie toda la Castellana hasta mi casa, pasando por Neptuno a tener la típica charla que tengo con él todas las pretemporadas. Otros nueve kilómetros a muy buen ritmo con un paisaje totalmente distinto que me ha dado para comprobar que Madrid es una ciudad con unos contrastes brutales. En menos de dos horas he pasado de ver coches conducidos por chóferes a ver turistas y a terminar con la multiculturalidad de Lavapiés. No sólo me ha dado para pensar mucho en mis cosas y en cómo estoy afrontando la treintena y qué quiero hacer con mi vida, también para hacer un par de fotos cojonudas por el camino.
La conclusión de estos dos días ha sido que caminar me relaja. Es agotador porque no sé pasear despacio, yo voy dejando gente atrás que ríete tú de los runners, pero eso no me impide ver los detalles y observar la ciudad en la que vivo, que cada vez se me hace más pequeña porque cada vez estoy más metido en mi guetto. Y me encanta.
Madrid es una ciudad bastante hostil si no la conoces, pero todo es cuestión de darle una oportunidad o dos. Y mejor caminando, qué queréis que os diga.

martes, 11 de agosto de 2015

R de retorno.

Ea, fin del periplo, ya estoy de vuelta en mi alcantarilla. En realidad llegué ayer, pero he pasado durmiendo casi dieciséis horas, que mi curro mola pero en general está pensado para gente de poco dormir.
Vengo con muchas ganas de cambiar cosas, sobre todo mi actitud ante la vida. Quiero dedicarme más tiempo a mí y menos a preocuparme por los demás, quiero encontrar un curro decente, ir al fútbol los fines de semana, darme un par de caprichos en cuanto vuelva a tener pasta, hacer deporte, pasar más tiempo con mi sobrina y llevarla a mil sitios guays, volver a cocinar mucho y bien, encarar las cosas de otra manera, ahorrar para viajar y cuidarme un poquito.
Esos son mis objetivos de cara a todo lo que empieza en Septiembre y los dejo aquí escritos por si luego se me olvidan. Hoy empieza todo, acabo de decidirlo.

martes, 4 de agosto de 2015

Who you gonna call?

Me he cansado de perseguir fantasmas y de esperar a que sucedan cosas que no van a suceder y que tampoco puedo provocar. No dependen de mí al fin y al cabo. Así que en un ataque de desesperación y aburrimiento he puesto una lavadora a las ocho de la tarde. Con la ropa que necesito para currar los próximos cinco días. A seiscientos kilómetros de mi casa. Tengo miedo de que no esté seca cuando suene el despertador a las cinco de la mañana.
Siempre me ha gustado viajar y siempre he querido tener un trabajo que me permitiese hacerlo -sí, es obvio que es mejor viajar por placer que por curro, pero también es más caro y no anda mi cuenta corriente para hostias- y me llevase a ver mundo. Me ha costado años llegar a donde estoy y tampoco es que tenga un trabajo precisamente privilegiado (si tenemos en cuenta la precariedad, porque todo lo demás es un lujazo... mi curro me gusta cosa mala, entiéndase) pero el año pasado pude visitar Fuerteventura y Bilbo, y este año me llevan a Vigo (que no pase yo un año entero sin pisar Galiza que me entra la morriña y me pongo malo y tó') así que reconozco que estoy contento con el viaje... y con ganas de que empiece el año el curso escolar la vida de después del verano porque creo que se avecinan tiempos de muchos cambios para bien. Me siento optimista, la verdad. Solo porque me he cansado de perseguir fantasmas y de esperar a que sucedan cosas que no van a suceder y que tampoco puedo provocar.
Who you gonna call?