sábado, 30 de julio de 2011

...y toqué el sol con las manos.

Más tarde o más temprano, verano tras verano, a este humilde ratón le toca dejarse caer por tierras gaditanas y recorrer las alcantarillas de ese rincón de la península ibérica al que no me importaría que fuesen a parar mis tristes huesecillos cuando se acaben mis días en esta tierra.
Este verano no fue una excepción.
Chiclana fue el destino. El Palmar fue el objetivo. Los chiringuitos de playa fueron el salvavidas. Nadar hasta la boya, emborracharse de Cruzcampo y hartarse de cazón y de puntillitas fueron consecuencias inevitables. Yo sin Cádiz no sabría vivir, es así de sencillo.
Mañana toca poner rumbo a la otra punta de eso que llamáis 'piel de toro'. Tierra de conejos, país de madrigueras*, esta cosa que llamáis España. Finisterre espera para asomarse al rincón del fin del mundo y fumarse un peta allí sabiendo que el mundo, de momento, no se acaba.
No iremos despacio, iremos muy lejos.

*Ya lo decían los Barricada en Sontanas.

viernes, 22 de julio de 2011

Y aún arde Madrid - Porretas (Descansa en paz, Rober...)


Hijos del barrio de La Elipa,
el Penta fue el local de ensayo
Cuando el Risi Robe nos dijo "adiós, yo me abro"
algo se murió en el 2 de Mayo.
No es suficiente una canción
para recordar aquellos años
cuando Madrid era un descontrol,
cuando el Rocanrol no era un engaño.

Recuerdo los buenos tiempos,
recuerdo buenas historias
y aún arde Madrid en mi memoria.

Buscando peleas en el barrio
cinco macarrillas se juntaron
imitando a los Stones
o a su queridísimo Eric Burdon.
Con el cigarro siempre en la boca,
chupa de cuero y gafas de rock,
Ian Dury estaba sonando en el carro.
Sexo, droga y rocanrol.

Recuerdo los buenos tiempos,
recuerdo buenas historias
y aún arde Madrid en mi memoria.

¿Dónde están las chicas del Drugstore?
Con Jim Dinamita jugando un billar.
Jhony al piano estaba tocando...
Mueve tus caderas si todo va mal.
Y ahora con 40 y muchos tacos
por viejos más saben que el diablo
que el rocanrol nunca se ha vendido
ni a las modas ni a empresarios

Recuerdo los buenos tiempos,
recuerdo buenas historias
y aún arde Madrid en mi memoria.

Recuerdo los buenos tiempos,
recuerdo buenas historias
y aún arde Madrid en mi memoria.

Porretas

Hay noticias que a uno le gustaría no tener que leer nunca. Hoy nos ha dejado Roberto Mira Pérez, también conocido como Robe el de los Porretas, víctima de un cáncer de colon, y a uno le queda la impresión de haberse quedado un poco huérfano.
Porretas es de esos grupos que me llevan acompañando toda la vida. De esos que te niegas a perderles de vista del todo.
Con su último disco, 20 y serenos, bajo el brazo, Robe ha decidido despedirse de este mundo y largarse a otro barrio un poco más lejos de Hortaleza. A ese barrio donde van los buenos rokeros, los que nunca mueren. Nos ha dejado un poco solos a todos, pero muchas de sus canciones son y serán siempre inmortales y, yo al menos, las llevaré tatudas de por vida.
Tuve además la suerte de conocerle personalmente y de charlar con él un par de veces y no se me ocurriría decir nada malo de él. Ha sido un palazo, la verdad.
Descansa en paz Rober... No sé dónde estás, pero ten por seguro que te vamos a echar mucho de menos.

jueves, 21 de julio de 2011

¡¡Corre!!

Bronca con el banco, que me ha llamado ya tres veces para decirme que tengo un descubierto de 300 pavos y que a ver si lo pago. ¿Solución? Colgar el teléfono y largarme a comprar mi billete a Cádiz. Ya llegará mi nómina y ya se lo cobrarán, que tampoco me preocupa demasiado el asunto, vaya.
Correr hacia adelante, como siempre, no vaya a ser que por quedarme quieto en el camino aparezca un francotirador y me vuele la tapa de los sesos. Correr hacia adelante y en zig zag. Así nunca podrán acertarme, nunca podrán matarme y seré yo quien muera cuando tropiece y me abra la cabeza contra una roca.
Lo que pasa es que luego me monto en tu coche y veo la rata de peluche que llevas en el salpicadero y me dan ganas de frenar y quedarme parado en el sitio un rato, un tiempo. Aunque sólo sea por ver cómo eran las cosas cuando no corría tanto. Pero menos mal que eres tú, precisamente tú, quien no me deja parar. Y entonces sigo corriendo por cojones.
Dentro de cinco días, a esta misma hora, estaré sentado en la playa bebiéndome una cerveza y comiendo cazón. Dentro de once estaré sentado en algún bar de Galiza bebiendo ribeiro y comiendo pulpo.
Y así sigue pasando la vida... ¡¡Corre!! ¡¡Que se acaba!!

jueves, 14 de julio de 2011

Próxima estación...

Dos músicos, un técnico de sonido y un periodista se meten en Madrid en una furgoneta y arrancan el motor. Primer destino: Oporto. Después de eso, quince días en furgoneta recorriendo las costas del norte peninsular sin rumbo fijo.
Este año me quedo sin viajes transpeninsulares porque el dinero es finito (en mi caso concreto MUY finito) pero este, tan sencillo, lo afronto con una ilusión de la hostia.
Y aún así, volver al Oktoberfest por segundo año consecutivo tampoco está descartado aún del todo.
No creo que pueda hacer nada mejor con mi tiempo que viajar por ahí.

miércoles, 6 de julio de 2011

Salitre - Quique González


Te acariciaba el viento de poniente,
te llevó a la arena bañada en salitre.
Te acariciaba un marinero en tierra
pero ésta vez no era yo...
Te conocí en Conil de la Frontera.
Nunca es primavera donde tú creciste.
Sigues teniendo carita de pena
pero no me mires con tus ojos tristes...
...bañada en salitre
flota en la memoria de los días grises...
Fumo en la ventana,
veo tu silueta sobre el arrecife.

Algunas flores crecen en las dunas,
sube la marea y se hacen invisibles.
Algunas duermen a la luz de la luna
persiguiendo sueños imposibles.
Bañada en salitre
flota en la memoria de los días grises.
Fumo en la ventana,
veo tu silueta sobre el arrecife.
Bañada en salitre
flota en la memoria de los días grises.
Fumo en la ventana...

Y ahora tendré que salir a buscarme
alguien que me arranque de cuajo la pena.
De alguna manera tendré que olvidarte...
tengo que olvidarTe de alguna manera...

Bañada en salitre
flota en la memoria de los días grises.
Fumo en la ventana...

Ahora tendré que salir a buscarte...

Quique González

No lo sé.

¿Quién soy? ¿Dónde estoy? ¿Qué estoy haciendo?