domingo, 30 de diciembre de 2012

Otro más.

Bueno, pues parece ser que salvo que la cosa se tuerza mucho, voy a sobrevivir a otro cambio de año. A falta de que se pueda demostrar de manera empírica que el tiempo existe más allá de la medición que hacemos los humanos (o al menos de la medición que hemos aceptado la mayoría de los seres humanos de occidente), en unas horas acabará 2012 y empezará 2013. Así, sin vaselina ni nada.
En general no ha sido un buen año. Para el conjunto de la sociedad no ha sido un buen año. Para los individuos sociales ha sido un año horrible, plagado de pérdidas de derechos y libertades. España camina sin pausa y con bastante prisa hacia la esclavitud de una clase trabajadora que anda perdida en batallas sobre Messi y Ronaldo o sobre Rubaljoy y Rajalcaba. Y mientras nos den sopa boba, que nos quiten la sopa de verdad nos importa menos, ¿o tal vez no? Es verdad que la gente que más me importa a nivel personal es, en general, la menos implicada en dar batalla (estáis tan convencidos de llegar lejos en el sistema capitalista que no os planteáis ninguna opción al margen... os irá bien, supongo, y dormiréis con la conciencia tranquila... no os voy a querer menos por ello pero allá vosotros), pero cada día, a cada paso, veo más personas dispuestas a tomar la sartén por el mango. Creo que en ese sentido hemos avanzado mucho. Queda mucho camino por recorrer, pero reconforta saber que ya no soy el único loco dispuesto a recibir una bala en el intento de acabar con esto. Es más... muchos de los que antes me decían que era un radical y un terrorista acuden a mí ahora para pedirme consejo, opinión y ayuda. No me reconforta en lo personal ni alimenta mi ego, pero me llena de gozo pensar que la Revolución está un pasito más cerca cada día. Será una guerra sin cuartel, pero no la perderemos porque no hay opción a perderla. O morimos todos y todo deja de tener sentido o salimos victoriosos. En ningún caso perdemos. Y mola.
A parte de esto, si hago una reflexión más introspectiva, reconozco que en lo personal ha sido un año cojonudo. ¿Han pasado cosas malas? Pues la verdad es que pocas, y de cosas buenas voy tan sobrado que paso de enumerar nada. Con la enana en pleno proceso de crecimiento y desarrollo, con mi ser totalmente emancipado, con muchos fantasmas atrapados con carga de protones y con una agradable sensación de haber cogido por fin muchos (no todos) toros por los cuernos. Así acabo 2012, en lo alto, crecido, sintiéndome un bastardo cabrón y con mucha fuerza y muchas ganas de seguir. ¿Asocial? Sí. Cada vez más solo y, precisamente por eso, cada vez más fuerte. Vivir solo me está convirtiendo cada vez más en un superviviente.
Creer hasta vencer.
Así voy a terminar 2012, con estas frases, con estas palabras, con estas letras y a ritmo de los Narco. Cerveza en mano, constipado y con una mala hostia acojonante que me llena de optimismo. Nada puede salir mal y, lo que salga mal, ya se afrontará.
He llegado hasta aquí.
Y lo que me queda.
Feliz 2013 y cuidado con las uvas mañana, que no me apetece empezar el año con bajas. Nos veremos en los bares, como siempre.
Se os quiere.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Mucha tontería.

Mucha cena de empresa, muy buen rollo, mucho alcohol, mucha risa... Mi capacidad de fingir tiene un límite. Basta de risas de pega. Basta de hipocresía. Vuestro ambiente no es el mío, no puedo integrarme -pero puedo fingirlo- ni con todo el wishky del mundo.
No es mi sitio, aunque me esfuerce por entenderos.
Yo llego a casa y me desquito con esto. Aunque sea solo.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Batallas perdidas.

Hice todo lo que supe hacer. Puse todo mi empeño. Pero no funcionó y la vida tiene que seguir.
Gente que me conoce desde hace muchos años me ha dicho y demostrado esta noche que soy menos macarra con la edad. El tiempo desgasta. Me jode, pero es cierto. Quiero seguir con esta batalla pero no puedo. No doy más. Y, si doy más, si tengo que dar más, necesito incentivos.
Llevo tanto tiempo persiguiendo a la zanahoria que me he dado cuenta de que está atada a un palo.
Me queda la yerba del campo. O que tú des algún paso.
No soy adivino y no quiero jugar más a las adivinanzas... Quien me necesite que me busque, me he cansado de perseguir a la gente.
Siempre estaré ahí, para lo que haga falta, pero no puedo ser el único que ponga filetes a la lumbre.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Lo necesitaba.



Decía Blaise Pascal que el corazón tiene razones que la razón no entiende y en jornadas como la de hoy se me antoja una frase cuya trascendencia pesa como una losa.
¿Por qué soy del Atleti? ¿Qué sentido tiene? ¿Por qué alimento un negocio que representa todo aquello en lo que ni creo ni quiero creer? No lo sé, es una cuestión muy sentimental, inexplicable, irracional. No tiene lógica ni sentido. Ni siquiera es sensato. Pero necesitaba esto.
No estoy en mi mejor momento, no nos engañemos y partamos de esa base. Se dan un cúmulo de circunstancias que me hacen tender irremediablemente al gris y en los últimos meses ha habido una concatenación de sucesos que no es que ayuden precisamente. Hoy, además, me he llevado una puntilla que no me ha gustado un pelo y que me ha tenido varias horas noqueado... Y ahora da igual. Ahora, en este preciso momento, me da absolutamente igual todo. A tres puntos del líder y a ocho de nuestro máximo rival histórico la vida se ve diferente, se ve bonita, se ve en rojo y blanco. Se ve alegre y divertida, esperanzadora, optimista. Me siento orgulloso, caminaré con la cabeza un poco más alta toda la semana y sonreiré a sabiendas de que esto no cambia absolutamente nada, pero resulta muy balsámico.
No es la primera vez que lo hago. No es la primera vez que en un mal momento personal me aferro a ese clavo ardiendo que es el Atleti como me podría dar por bañarme en alcohol o atiborrarme a drogas. Y el Atleti me la ha devuelto. En un día en el que estaba jodido y dolido el Atleti ha vuelto a aparecer para darme un chute de endorfinas y auparme un poco -lo justito- antes de tropezar. La alegría me desborda.
Siempre he dicho que ser del Atleti es parte de mi carácter y lo mantengo. No sería igual de luchador si no fuese del Atleti, no me costaría tantísimo rendirme si no fuese del Atleti y no me resultaría tan fácil levantarme tras tropezar si no fuese del Atleti.
Hoy necesitaba que el Atleti ganase. Era una apuesta personal, era un todo o nada inconsciente, y el Atleti no me ha fallado. Y por eso hoy, a pesar de los pesares, a pesar de que todo apuntaba a que no me iba a apetecer lo más mínimo, hoy sigo sonriendo como lo llevo haciendo desde el gol de Koke al filo del descanso.
Porque le pese a quien le pese, sentir el Atleti, entender al Atleti, ser del Atleti en definitiva, es ser diferente.
Igual esto me hace más idiota que la élite intelectual que reniega del fútbol, lo cierto es que me suda muchísimo la polla. Hoy duermo a tres puntos del Barcelona y a ocho puntos del tercer clasificado. Hoy duermo jodidamente contento, y al que no le guste que no mire.
Te quiero Atleti.

jueves, 22 de noviembre de 2012

La (Mi) vida es.

Mi vida es un 416 al final de una pértiga (siempre con cable, que por inalámbrico pierdes). Mi vida es un canal con fader y potenciómetros. Mi vida es una edición en bolsillo. Mi vida es un monitor de referencia. Mi vida es la colección de Gloria Fuertes de Ediciones Susaeta. Mi vida es un cable de micrófono que no se ve y una novedad editorial bien expuesta de cara al cliente. Mi vida es saber qué libros se van a vender estas navidades y que un programa suene bien. Mi vida es capar un bombo y devolver un libro que hace seis meses que no se vende. Mi vida es sonreír a un cliente y ponerle el micrófono a un presentador sin que se entere. Mi vida es saber que Lonely Plantet no edita guía para tu destino vacacional hasta el mes que viene y que escuches bien las órdenes por el pinganillo.
Mi vida se quema*.
Mi vida. La vida. Mi. La. Notas musicales. Letras escritas. Eso es vida para mí.


*Mi vida. Segismundo Toxicómano.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Así nos quieren.


Así nos quieren, calladitos y sin moverse, no vaya a ser que alguno no salga en la foto. Si pudiesen, nos fabricarían sin boca.
Es la doctrina del miedo y visto que caemos como conejos, les funciona.
Cada día estoy más orgulloso de ser rata. Me he cansado de este juego.

lunes, 22 de octubre de 2012

Morder el palo.

Ponerse un palo entre los dientes, apretar la mandíbula y seguir hacia adelante sea como sea. El próximo lunes pasaré la barrera de más de un mes sin librar, hoy me siguen quedando catorce días libres para poder descansar uno. Sin miedo, sin piedad, sin pararse a pensar. Trabajar, trabajar, trabajar y trabajar. Igual que una droga pero mucho más sano que el caballo o la coca.
¿Y todo para qué? Pues no lo sé, sinceramente. Hace ya mucho que dejé de plantearme ese tipo de cuestiones, pero cuando llego a mi alcantarilla, fría y destartalada, nada es forzado. Si sale una sonrisa, sale; si sale una lágrima, sale.
Todo lo demás es contingente, pero yo ahora mismo me soy muy necesario. Y no pienso abandonarme.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Rebotar y rebotar.

Pum. Pum. Pum. Tiro la pelota contra la pared y vuelvo a recogerla. Doy por hecho que los vecinos tienen que estar ya un poco hasta las narices a estas alturas pero disfruto de esta bonita metáfora de lo que viene siendo mi vida: rebotar eternamente contra el mismo muro. No niego el hartazgo ni tiro la toalla, aunque reconozco que no me faltan ganas.
Me hastía que todo sea siempre tan críptico, añoro la normalidad, añoro las cosas fáciles y sencillas; supongo que porque nunca las tuve en según qué aspectos y siempre fui preso de mis propias inseguridades.
Me hastían las borracheras frustradas, los vinos que se quedan flotando en el mismo espacio etéreo en el que vuelan las palabras, las cenas para dos en las que siempre ceno solo. Me hastía que me sobre tanta cama, tanta vida y tanta gana de compartir risas. Me hastía todo pero no me rindo hasta que no me dicen claramente que todo está siendo en vano -y, a veces, ni por esas- porque soy un jodido luchador, lo he sido siempre y eso no va a cambiar.
Y pase lo que pase, lo afronto todo con una sonrisa. Miro de reojo al futuro porque ya no le persigo, y ante la mirada desconcertada que me devuelve por respuesta me limito a mostrar la más irónica de mis sonrisas. Mi futuro es hoy, mi tiempo es ahora.
Pum. Pum. Pum. Tiro la pelota contra la pared y vuelvo a recogerla a la espera de que seas tú y no el frontón quien me la devuelva.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Podrido.

No hizo falta arrancar el árbol de raíz porque la falta de riego hizo que se muriese solo, podrido y seco por dentro.
Las plantas, como todo, necesitan cuidados.

domingo, 8 de julio de 2012

Nada que decir.

El pedo de Nolotil y cervezas resulta de lo más curioso. Me pesan los brazos y noto como mi parte física reacciona tarde a las órdenes que le manda mi cerebro, que no para de amontonar las ideas en la puerta de salida provocando un atasco más propio de Madrid a la vuelta de vacaciones que de una rata de alcantarilla como la que suscribe estas líneas.
Y suena el 'Entre borrachos' de los M.C.D., para que luego diga que el punk rock cada vez me gusta menos.
La muela me duele.
¿Por qué todo el mundo se empeña en que no me salga del camino? Que me busque una novia... ¡que me busque una novia! ¿Pa' qué coño quiero yo una novia? No pretendo casarme ni mucho menos tener descendencia, y todas mis relaciones han terminado siendo un fracaso. Siempre que me enamoro la cosa acaba francamente mal -en el mejor de los casos, solo para una de las dos personas implicadas en el asunto- y eso implica un montón de días grises. Y da perezote.
No niego que apetece, pero me he vuelto más selectivo tras los últimos varapalos. Supongo que llegará mi oportunidad -y estoy aquí: loco por incordiar-, pero ni busco ni encuentro porque cualquiera de las dos opciones me da pereza. Pero me siguen bombardeando desde todos lados y hasta Mamá Rata ha entrado en modo señora mayor con comentarios del tipo de:
- Pues con lo maja que era Fulanita.
- Mira lo bien que le va a Menganita.
- ¿Por qué no llamas a Butanita?

Y así todo.

Andad al peo' ya y dejadme vivir tranquilo carajo. Estoy bien matándome a pajas y evitándome problemas y comeduras de tarro.
Ponedme otro mini y mirad como disfruto. Y no me deis más la barrila.

Y sí, por supuesto que echo de menos tus emails.

lunes, 28 de mayo de 2012

No dolió.


Pensé que iba a ser peor, pero no. Muchísimas gracias a todxs, porque ha sido una semana maravillosa y más después de tantos años sin celebrarlo.
¡A seguir bien!

sábado, 28 de abril de 2012

Que nada cambie.

El día diecisiete iré a ver al Maestro Rosendo Mercado al teatro. El día veintiséis iré a ver a los Lendakaris Muertos. El día veintisiete cumpliré veintisiete años y la vida seguirá sin detenerse mientras la válvula funcione y el cerebro piense, y últimamente no tengo queja de ninguno de los dos. El resto de mi cuerpo sí va notando el paso de los años y aguantar dos días de juergón seguidos como este jueves y este viernes ya me pesa.
Y a pesar de todo, las casualidades maravillosas siguen existiendo, aún me ocurren cosas fantásticas que me descolocan y me desorientan y me hacen reír y confiar aún en la raza humana. Va a ser una pena no volver a verte; cuídame bien al bufón, se ha pegado una pechá de años conmigo.

sábado, 17 de marzo de 2012

Salir - Extremoduro



Tú harta de tanta duda;
yo, de preguntarle al viento.
¿que dónde conocí a la luna?
¿yo?
¿que en qué coños ocupo el tiempo?
En salir, beber, el rollo de siempre,
meterme mil rayas, hablar con la gente,
llegar a la cama y... ¡joder, que guarrada! ¡sin ti!

Voy que ni toco el suelo y he espantao' hasta a las nubes.
No sé si son tus besos o es el tripi que me sube.
Ya no me acuerdo de na, que todo era de colores...
¿Dónde estarán los besos? Se los han quedado las flores.
Salir, beber, el rollo de siempre,
meterme mil rayas, hablar con la gente,
llegar a la cama y... ¡joder, que guarrada! ¡sin ti!
Y al día siguiente...

Y, al llegar a casa, me saludan:
-¡Oye!, ¿dónde vas cabrón?, ¿dónde te has metido?
-Te aseguro que no he estao' de más, que no he perdido el tiempo,
que lo he gastaa' en
salir, beber, el rollo de siempre,
meterme mil rayas, hablar con la gente
y llegar a la cama y... ¡joder, que guarrada! ¡sin ti!
Y al día siguiente...
Salir, beber, el rollo de siempre,
meterme mil rayas, hablar con la gente
y llegar a la cama y... ¡joder, que guarrada! ¡sin ti!
Y al día siguiente...

[Ese canuto que se oye encenderse acaba de ser muy real]

Para algunos vivir es galopar
un camino empedrado de horas,
minutos y segundos.
Yo más humilde soy
y sólo quiero que la ola que surge
del último suspiro de un segundo,
me transporte mecido
hasta el siguiente.

Salir, beber...
Salir, beber, el rollo de siempre,
meterme mil rayas, hablar con la gente
y llegar a la cama y... ¡joder, que guarrada! ¡sin ti!
Y al día siguiente
salir, beber, el rollo de siempre,
meterme mil rayas, hablar con la gente,
llegar a la cama y... ¡joder, que guarrada! ¡sin ti!
Y al día siguiente
ya no me acuerdo de ná
que todo era de colores
¿Dónde estarán los besos?
Se los han quedao' las flores.
Salir...
Beber..
Salir, beber, el rollo de siempre,
meterme mil rayas, hablar con la gente
y llegar a la cama y... ¡joder, que guarrada! ¡sin ti!
Y al día siguiente ya no me acuerdo de ná...

Extremoduro

Creo que hay pocas canciones que describan mejor que esta cómo me siento hoy.
Me lo he pasado de reputísima madre y tengo unos amigos que son lo más grande que le puede pasar a un ser humano (la prueba de que esto no lo digo porque esté borracho es que la gente que me conoce de hace mucho me ha escuchado decirlo en todo tipo de situaciones desde mucho tiempo atrás). No obstante es inevitable pensar que noches tan jodidamente grandiosas (la de hoy, la de ayer y la del pasado jueves) me habría encantado compartirlas contigo.
Negarlo sería mentir y hacer el gilipollas... así que no lo niego. Es así de sencillo.

Pd: escribir este post ha estado en mi cabeza desde el momento en el que ha sonado esta canción según entrábamos a la taberna a celebrar San Patricio. He brindado mil y una veces por una Irlanda libre -y las que me quedan- en un debate político que me pirra y me fascina. No obstante, en cada brindis, en cada broma, en cada risa, estabas presente. Y me asusta no haber podido evitarlo.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Abandono.

¡¡Buf!! Vaya semanitas llevo... Tengo todo abandonado: esto, a la gente en general, mi propia vida personal... Mierda de mudanza, de obra y de todo; me ha absorbido por completo.
Volveré, lo prometo, en cuanto todo se ponga en orden y me establezca. Bueno, y en cuanto tenga chorro de internet en la alcantarilla nueva.

domingo, 26 de febrero de 2012

viernes, 24 de febrero de 2012

Persiguiendo al futuro - Mamá Ladilla


Una buena mañana empezé a perseguir al futuro con todas mis fuerzas
pues pensé: "No se encuentra tan lejos, es poca distancia, lo voy a alcanzar".
Yo corría y sudaba tras él, que seguía a su pedo con paso tranquilo.
Se doblaba de risa al sentirme detrás pero no se volvía jamás.

Cada vez que avanzaba el futuro, lo hacía con paso de quince gigantes,
cada paso que daba mi menda, avanzaba como una tortuga de mar.
Pero yo no cejaba en mi empeño y corrí cada vez más deprisa que antes.
Me acordé de esa peli mongólica que hay en que sale Tom Hanks: "Forrest Gump".


En la cima del mundo lo pude alcanzar y mostróme por fin su gepeto.
¡Vaya cara más fea que Picio! No creo que nunca la pueda olvidar.
Me pegó una grandiosa colleja, rodé y deshice el camino completo.
Me acordé de esa peli en que sale Chanquete, llamada "Volver a empezar".

Levanté la mirada de nuevo y cuál fue mi sorpresa, ¡menudo alboroto!
Cuatrocientos futuros distintos brotaban del sitio al que vine a parar.
Tal pereza me dio cotejar a la vez cuatrocientos destinos remotos
que por toda respuesta cogí, me agaché y allí mismo me puse a jiñar.

Y aquí me quedo, que ya he plantado un pino.
Sus hojas me hablarán mecidas por la brisa.
¡Ya vendrán más tarde el libro y el hijo!
Elijo mi destino y decido que no hay prisa.

Mamá Ladilla



Elijo mi destino y decido que no hay prisa...

miércoles, 18 de enero de 2012

De ahora en adelante.

Ya no me voy a preocupar más. He traspasado la barrera y me he comido mis principios una vez, así que... ¿por qué no más?
El cazador está de vuelta y no parará hasta completar el póquer de reinas. Mientras tanto, este humilde ratón seguirá bebiendo gintonics, escuchando Patsy Cline (reciente y gran descubrimiento, por cierto) y maquinando sus maquiavélicos planes. He soltado el timón: ahora manda mi rabo.
Lo de ser buena gente y tal, ya se lo dejo a otros. En esta alcantarilla la lección ha quedado bien aprendida.

Suena el timbre. Es ella.