viernes, 25 de febrero de 2011

Nostalgia anticipada.



- Eso de extrañar, la nostalgia y todo eso es un verso. No se extraña un país, se extraña el barrio en todo caso, pero también lo extrañás si te mudás a diez cuadras. El que se siente patriota, el que cree que pertenece a un país, es un tarado mental. ¡La patria es un invento! ¿Qué tengo que ver yo con un tucumano o con un salteño? Son tan ajenos a mí como un catalán o un portugués. Una estadística, un número sin cara. Uno se siente parte de muy poca gente; tu país son tus amigos, y eso sí se extraña, pero se pasa.

Martín Echenique (Federico Luppi). Martín (Hache).

"Disfruta mucho este momento. Primero porque te lo has ganado y segundo porque tendrás pocos tan dulces en tu vida". Ha sido lo último que he escuchado antes de que nos disolviésemos cada uno camino de nuestras alcantarillas respectivas. Todos ratas de extrarradio con la eterna aspiración de una vida mejor y otras eternas aspiraciones menos filosóficas que no tengo por qué contar.
Es mentira. Es mentira que eso que se extraña se pase. Porque yo todavía no me he ido y hoy he empezado a sentir esa sensación de desapego, de lejanía. Por mucho que me mude a no más de quince minutos de aquí, sé que ya no va a ser lo mismo. Mi país son mis amigos, y por eso yo me siento tan de aquí, tan de donde están ellos. Tan de litronas en el parque igual a dos grados bajo cero que a más veinte. De canutos solidarios, de risas, de pintadas. De discusiones absurdas y reflexiones profundas. De pintas de Te Deum y cubatas de Santa Teresa para estrenar las nóminas. De bocatas del Bar Cien.
Una polla 'patria chica'. Llevo a Carabanchel tatuado en mi ADN. Vaya donde vaya y muera donde muera, Carabanchel siempre será mi casa. Mi hogar. Mi patria.

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