miércoles, 9 de febrero de 2011

La ciudad del viento - Quique González


Hay una calle que lleva tu nombre
en la ciudad del viento.
Después de tanto tiempo
me harté de esperarte
y se cayó el letrero.
Fin de temporada
para todos los amantes de lo ajeno,
todos los teléfonos que esperan tu llamada
están ardiendo.
Soy veraneante accidental
en la ciudad del viento,
subo la montaña que se oculta tras el vuelo de tu falda.
Tengo en la memoria la estructura de los labios incorrectos
y otra de las formas que aparecen en los mapas que dibujas
cuando te desnudas...
En todos los lugares te encuentro
en todos los lugares me siento un habitante más
en la ciudad del viento...
Hay una calle que lleva tu nombre
pero no me acuerdo,
después de aquél invierno
traté de encontrarte en los cafés del puerto.
Fin de temporada
para los cantantes y los camareros,
doblan las campanas
y las caravanas
salieron del pueblo.
En todos los lugares te encuentro,
en todos los lugares me siento un habitante más
en la ciudad del viento...

Quique González

Ha sido una tarde de lo más improductiva que sólo me ha servido para pensar más de la cuenta en todo aquéllo en lo que no debería pensar por simple y llana salud mental. Esta vez no he conseguido meterme el chute habitual de anestesia ni dándole una buena paliza a la consola y lo cierto es que ahora mismo me siento bastante en fuera de juego respecto a... respecto a todo en general.
Tenía la opción de haberme ido de concierto a ver a Skunk Anansie pero mi economía de guerra me ha parado los pies. Aunque de todos modos, el viernes estaré disfrutando de ese señor que canta ese temazo de ahí arriba, que es además uno de los culpables de que me sienta como me siento en este preciso momento. Bonita paradoja de mierda. Malditas pescadillas que se muerden la cola... Ojalá pudiese yo autofelarme.
En fin, es tontería. Pogo mental... las preguntas y las respuestas están dentro de mi cabeza dándolo todo, chocando las unas con las otras, bailando Dead Kennedys como no hubiese un mañana. Y, bien pensado, nadie dice que vaya a haberlo...
Mi capacidad de cometer errores es infinita. Rebozarme en toda esa mierda no sirve de nada, pero no consigo quitarme de la cabeza el "que diferente podría haber sido todo si yo...". Una estúpida elucubración que no me lleva a ningún lado pero de la que tampoco consigo salir. Muy bonito.
Me voy a fumar un peta y a beberme media botella de vino, a ver si se me pasa...

No hay comentarios:

Publicar un comentario