miércoles, 14 de octubre de 2015

La espalda molida y la moral tocada.

Casi acaba conmigo. Un chiste más sobre sonido y las sombras y juro que dejo la pértiga allí mismo y me largo. Subido en una escalera y rompiéndome la espalda para coger una frase... Y no es un rodaje sencillo, menos sin ensayos. A lo loco, a vuelapluma.
Y al llegar a casa relajantes musculares y combinado de esos de aguantar el creciente resfriado sea como sea. Mucho que agradecerle también al presidente del estado respecto a las condiciones laborales de todo.
Ni puto caso me hagáis, que está a punto de subirme la fiebre y se me va la cabeza.

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