domingo, 11 de agosto de 2013

Siempre presente.

Me acuerdo mucho de ti últimamente, y mira que han pasado ya años de aquella noche puta, de aquel mal viaje que hiciste a solo Baco sabe dónde. Tuviste que irte tú, precisamente tú, para que los demás fuésemos conscientes y tirásemos del freno. Tú, que eras el más válido y culto de todos nosotros, precisamente tú.
Hace ya por lo menos tres años que no veo a estos, si no más. No queda ninguno en el barrio, ni siquiera yo. Hicimos una cena de Navidad de reencuentro y, joder, seguía siendo el más crío y me seguía haciendo mucha gracia. Aquella noche nos acordamos mucho de ti y alguna lágrima se derramó, para qué te voy a engañar. Después de eso nos vimos una última vez, de casualidad, en el barrio. Y, como siempre, me salvaron el culo en plan ángeles de la guardia, pero no hubo más. No hubo más quedadas, ni cervezas, ni risas en los parques, ni peleas, ni abrazos, ni litronas rotas. Nuestras vidas siguieron su camino y ya no han vuelto a cruzarse.
Estos están mayores, algunos son hasta padres y se han ido a vivir a la sierra o incluso fuera de Madrid, muy lejos del barrio. Yo estoy pagando con el sudor de mi frente una casita muy apañada en Lavapiés (no tío, al final no he ocupado... ¡quién lo iba a decir!) y sigo yendo a comer donde mis abuelos todos los fines de semana. Hoy, de hecho, me he encontrado por allí una foto en la que salimos todos y supongo que por eso estoy ahora escribiéndote. Me he acordado mucho de ti, de tus buenos consejos, de lo jodidamente objetivo que eras para todo y de aquella reputísima noche. Del teléfono al día siguiente, de tu madre, de tu hermano... y hasta de que pude ser yo.
Espero que estés bien donde cojones quiera que estés. Te imagino rodeado siempre de libros, con la cresta, las botas y aquellos vaqueros tan feos (¿cómo podían ser tan feos, tío?). Ojalá estuvieses aquí, aunque tengo la impresión de que en el fondo andas siempre vigilante, pero... qué coño, siempre apetece tomarse una birrita contigo.
Joder tío, te echo muchísimo de menos.
Un abrazo, estés donde estés.
Te tengo siempre presente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario