martes, 28 de diciembre de 2021

Sobre echar de menos.

 Hoy ha sido la primera vez desde que me mudé que no he echado de menos ni la antigua casa ni el antiguo barrio. Es más, de pronto le he visto un montón de ventajas a esto de vivir en la periferia con avenidas grandes, calles amplias, zonas verdes y prácticamente nadie con quien cruzarse a las diez de la mañana. Ha sido raro y reconfortante.

A ella, sin embargo, sí me ha dado por echarla de menos. Ella sonriendo, ella dándome aquellos abrazos que eran casa; ella con frío, que casi nunca lo tenía, metiéndose dentro de mi abrigo abierto. El olor de su pelo. Y no sé por qué, pero de pronto hoy vuelve a doler y vuelve a ser difícil.

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