viernes, 3 de junio de 2011

La vida sigue (más o menos)

Vaya caos. Va para tres semanas ya... Todo evoluciona muy deprisa y en muchas direcciones y aunque esta semana he decidido tomar un poco de distancia (reconozco que me escoció mucho lo de 'Amor y espiritualidad'), no dejo de estar al tanto de todo informado por los muchos amigos que he hecho allí y que allí siguen. No quiero decir que la toma de distancia haya ido acompañada de una pérdida progresiva de la fe, pero tampoco mentiría del todo. Avanza despacio, quizá porque vamos muy lejos o quizá porque estamos haciendo las cosas muy bien. Aunque yo piense que las estamos haciendo muy mal y que deberíamos haber tomado el camino malo y rápido... He de reconocer que me siento orgulloso de todo. De haber sido parte activa -bueno, en realidad, de seguir siéndolo- de toda esta historia sobre todo. Ahora tenemos mucho tiempo por delante hasta que lleguen las generales y ahí ya nos echarán a palos... Y antes de que pase eso tenemos que tener preparadas exigencias (cambiar las 'exigencias' por 'propuestas' también me dolió lo suyo...).
Y mientras tanto, mi vida, que ya de por sí estaba cogida con alfileres, se ha ido diluyendo por el desagüe del no tener tiempo para nada entre trabajar y acampar. Increíble. Ha sido... revelador, en cierta manera. Y muy triste también. Triste porque me he dado cuenta de que ya ni siquiera echo de menos a la gente. Mi vida sigue avanzando y las suyas respectivas también. He llegado a un punto de inmovilismo conformista respecto a eso. Lo que tenga que ser será, que al fin y al cabo morirnos nos vamos a morir todos y aquí estamos de paso, pero...
En fin, es un poco lo de siempre, me jode no haber podido compartir esto con según qué gente (ni siquiera sé por qué pluralizo...) desde una perspectiva diferente. Bueno, tendría que ser todo diferente en general, quizá empezando por mi propia vida. Esa que no dudé en dejar atrás en cuanto recuperé las ganas de volver a mojarme el culo para que todos consigamos peces.
Y ahora me veo a escasos dos meses de emanciparme y me imagino muriendo en un accidente doméstico como el anterior propietario (que por cierto, también era del Atleti y también le daba al alpiste cosa mala...) y sin que nadie se entere porque nadie me echará de menos. Y lo que más me asusta es que me de absolutamente igual.
Ea, a cascarla.

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